Resumen:
En el proceso de comunicación diario, respetamos diversas prácticas y roles convencionales, en un sentido de interacción (de comportamientos, actitud, conducta, imagen) con otros. En el caso del actor profesional, además de la interacción en su vida cotidiana, debe trabajar también en su personaje con los de la obra a encarnar, desarrollando una capacidad de interactuar una variedad de roles semejantes a los de su vida cotidiana, al punto de tornar autónomo al personaje que encarna, convirtiéndose en un experto de la interacción. Dicha autonomía se genera durante los procesos de construcción del personaje al emplear métodos que procuran hacerlo creíble para la puesta en escena a representar. Dichos métodos, provienen de las corrientes de actuación moderna, muy empleadas entre los actores profesionales contemporáneos dada la flexibilidad del método, y suelen llevarlos a posibles confusiones entre su andar cotidiano, y su propio trabajo dramatúrgico. El objetivo de este trabajo es llegar a comprender la complejidad del proceso de comunicación en el quehacer profesional del actor, veremos a través de la investigación, que los actores profesionales corren el riesgo de desdoblar el personaje que interpretan a la dimensión de su vida diaria.