Resumen:
Hace pocos días el ministro de salud anunció un posible impuesto a la comida chatarra. Esta
propuesta ha suscitado opiniones a favor y en contra.
Los impuestos tienen una finalidad recaudatoria, aunque cabe también que persigan otros fines
extrafiscales.
Esto es lo que ocurre teóricamente con el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC). Éste es un gravamen
específico sobre ciertos bienes que se entienden perjudiciales (tabaco, alcohol) y cuyo consumo se
busca reducir. Es cuestionable si realmente se cumple tal finalidad. No es muy creíble que alguien
deje de fumar un cigarro o de tomar una cerveza porque haya un impuesto que encarece su precio.