Resumen:
En pleno siglo XXI, causaron extrañeza e impresión los escándalos
mundiales de Enron, Parmalat, WorlWide, etcétera, considerados los
fraudes más grandes del capitalismo moderno, donde no se usaron
buenas vestimentas o un buen hablar sino una apariencia de magnífica
solvencia, pero ocultando una contabilidad llena de vacíos.
De lo anterior podemos dilucidar que es connatural al ser humano
la tendencia a la confianza como también al fraude. Sin embargo, ahora más que nunca se cuenta con una herramienta creada con fines utilitarios, pero que también se inclina a la tendencia fraudulenta, nos referimos a la persona jurídica, entendida esta como una agrupación de personas que en adelante serán una unidad, es decir, tendrán una personalidad única y distinta de quienes la conforman, con la finalidad de realizar actividades económicas de acuerdo a ley, es decir, sus actividades no afectarán la existencia de los demás y debe coexistir en armonía con el ordenamiento jurídico imperan te en el país. Por ello, el presente artículo analizará dicha herramienta, denominada persona jurídica, como también los medios y las formas por los cuales se usa esta para realizar fines ilícitos.