Resumen:
Los casi cincuentaicuatro años que separan la arenga de Haya de la Torre en la Plaza de Acho del mitin con que Alan García cierra su campaña en el Paseo de la República -prolongado por sucesivos "balconazos" presidenciales- ilustrarían con facilidad cómo ciertos rasgos de las culturas subalternas perduran a pesar de las obvias e importantes diferencias de caracterización que a lo largo de ese extenso periodo encontramos en la sociedad peruana. No obstante, ese olor de multitudes es indisociable del modo en que las masas construyen lo real a través de los medios de comunicación; el campo de mirada de las ciencias políticas debe extenderse al estudio de la cultura de masas para asir lo permanente y lo cambiante en una dimensión más amplia. En este ensayo se esboza una reflexión teórica sobre el tema.