A instituição jornalística, uma das gestoras do tempo social, constitui uma importante fiadora do poder simbólico de lembrar e esquecer, e de iluminar uma cidade na narrativa de seus vultos prestigiosos. Este artigo busca problematizar a construção jornalística da cidade a partir dos gestos memorativos do caderno Cultura de Zero Hora, jornal do sul do Brasil, detendo-se em um conjunto de narrativas de 32 figuras públicas, visibilizadas entre 2011 e 2014, por meio do anúncio da morte ou das efemérides de nascimento e morte. Por meio do jornalismo comemorativo e pelo sucessivo ato de prestar tributos aos mortos, o suplemento participa da mediação dos vínculos de pertencimento a um território. Configura, dentro de múltiplas possibilidades de um mundo pré-figurado, histórias destinadas a serem contadas constituindo uma galeria de personagens representativos de uma cidade. O conjunto dos nomes memoráveis implica uma rede de intercâmbio de capital simbólico. Seus percursos apontam para uma topografia das ruas e bairros visualizada na personalização das casas; destaca-se a distinção do sistema de transmissão de saberes no espaço da cidade, a centralidade da Universidade e do campo jornalístico e editorial; e o contraste entre centro e periferia a partir dos índices obtidos nas histórias de vida.
La institución periodística, una de las gestoras del tiempo social,
constituye un importante aval del poder simbólico de recordar y olvidar,
además de iluminar una ciudad en la narrativa de sus personalidades más
destacadas y prestigiosas. Este artículo busca problematizar la construcción
periodística de la ciudad a partir de los gestos conmemorativos del suplemento
Cultura de Zero Hora, periódico del sur de Brasil, y se detiene en un conjunto
de narrativas de 32 figuras públicas, visualizadas entre el 2011 y el 2014, a
través del obituario o de las efemérides de nacimiento y fallecimiento. Por
medio del periodismo conmemorativo y por el acto recurrente de homenajear
a los muertos, el suplemento es partícipe de la mediación de los vínculos
de pertenencia a determinado territorio. Configura, dentro de las múltiples
posibilidades de un mundo prefigurado, historias destinadas a ser narradas,
que constituyen una galería de personajes representativos de una ciudad. El
conjunto de nombres memorables implica una red de intercambio de capital
simbólico. Sus recorridos apuntan hacia una topografía de las calles y barrios
observada en la personalización de las casas; se destaca la distinción del
sistema de transmisión de saberes en el espacio de la ciudad, la centralidad de
la universidad y del campo periodístico y editorial; y el contraste entre centro
y periferia a través de los índices obtenidos en las historias de vida.