Resumen:
Dejémoslo claro desde un principio: Óscar Quezada es un semiótico valiente por tres
razones. Se requiere valor para embarcarse en el estudio de una obra monumental como la de
Quino, autor de humor gráfico argentino que todos los lectores de habla hispana conocen y a
quien todos aman por su inteligencia, su sentido de la sorpresa cómica y su visión crítica que
es tanto mordaz como tierna. También se requiere valor para ser tan exhaustivo en el análisis,
para estudiar tantas de las breves “historietas” de Quino y para proponer una tipología
semio-temática (por “aires de familia”, precisa Quezada). Finalmente, se requiere mucha
audacia para embarcarse en el estudio del humor, uno de los géneros discursivos más
escurridizos y esquivos, que, a menudo, da lugar a un trabajo tan serio que “anestesia” el
efecto humorístico. Por el contrario, al sortear esta dificultad, Óscar Quezada sabe cómo
plasmar en sus análisis la vivacidad del original hasta el punto de hacer revivir en modo
semiótico la experiencia misma de la chispa de humor tan característica de este dibujante.