Resumen:
Crear una vida para experimentar,
para establecer cultivos celulares, conlleva a la más absoluta denigración y, más
aún a la indefectible destrucción. Aún con fines de utilización terapéutica la
clonación no reproductiva constituye un
atentado contra la dignidad. Una nueva
vida para salvar otra. Un sacrificio real
por un probable beneficio.
Aferrémonos a nuestros principios
pero no a nuestra conveniencia.